La Comisión de Finanzas y Asuntos Jurídicos de APEDE Chiriquí organizó el encuentro, buscando impulsar estas reformas.
Por: Iván Saldaña
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En el marco de la reunión mensual de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa se analizó las «Propuesta de Reformas a la Constitución», que junto a otros gremios empresariales del país se viene trabajando para que sea aprobada por la actual Asamblea Nacional y la que inicie gestión después del 1 de julio del 2019.
Douglas Gómez, presidente de APEDE Chiriquí resaltó que «jugando ese rol de liderazgo, esta organización propone en consenso con el Consejo Nacional de la Empresa Privada, estas reformas en los tres Órganos del Estado, que tenga un impacto positivo con respecto a la gobernabilidad, a la transparencia, a la democracia e institucionalidad del país».
«Este tema ya se ha abordado con otras organizaciones, como el Sindicato de Industriales de Panamá, la Cámara de Comercio, la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos; además de otras organizaciones para aportar en la necesidad que tenemos los panameños de ir eliminando la corrupción y privilegios en ciertos sectores que nos gobiernan», detalló Gómez.
Carlos Ernesto Gonzalez Ramírez, presidente de la Comisión Jurídica de APEDE Panamá fue el expositor, quien manifestó que «el proyecto presentado en Chiriquí es el que tiene consensuado el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), para reformar la Constitución».
«Es un proyecto que solamente entra a reformar la parte orgánica de la Constitución, es decir, la arquitectura del poder o sala de máquinas, tocando todas las instancias, a efecto de que el país sea realmente una República, donde haya separación de poderes, donde sea una democracia representativa, donde a quienes elegimos, realmente nos representen y tengamos control sobre ellos y por último, que haya un nivel de descentralización de la administración pública para que sea más cercana a las comunidades»; argumentó Gonzalez.
El empresario dijo que para hacer esta propuesta «se ha visto como se han hecho cambios en otros lugares, hemos estudiado las sugerencias que han hecho varios constitucionalistas de varios países y sobre la base de la institucionalidad, hemos trabajado con el consenso de todos los gremios que conforman el CONEP».
Entre las fallas más grandes está que, «la institucionalidad no funciona, los diputados no nos representan, se representan a sí mismos y a los partidos que ellos controlan», lamentó el expositor, haciendo énfasis que «el sistema ha sido diseñado así; además el poder del Ejecutivo que no tiene pesos y contrapesos que lo limiten de manera efectiva; sumado que la Corte Suprema de Justicia adolece de recursos y de independencia».
González Ramírez, propuso «una reforma completa a la Asamblea generando una división a lo interno, con una Cámara Alta de diputados provinciales y nacionales y una Cámara Baja, de diputados circuitales; ese diseño obedece a otros países que son repúblicas presidenciales, con un alto índice de eficiencia».
Esta propuesta está en la etapa de buscar consensos, buscando el apoyo de la sociedad civil, para procurar una reforma entre dos asambleas.