Opinión

Honremos como verdaderos héroes de guerra a los soldados de Coto

Los gobiernos han olvidado la historia y nuestros jóvenes no conocen las luchas nacionalistas después de 1903.


Modesto Rangel Miranda
modestorangel46@gmail.com

Es triste ver como los gobiernos de mi país, solamente les interesa las campañas electoreras y llegar al poder, pero no se acuerdan de sus verdaderos héroes que una vez dieron sus vidas por este bello país, Panamá.

La gesta del 9 de enero de 1964, la siembra de bandera de 1959, son fechas que no debemos olvidar, pero una de las más olvidadas es el 21 de febrero de 1921 cuando un grupo de voluntarios del Batallón Chiriquí, donde su mayoría eran de Boquete, Chiriquí, dieron el verdadero espíritu y valor de defender la nación ante la invasión costarricense, en el poblado de Coto, el 21 de febrero de 1921, fecha que se iniciaba el conflicto regional, La Guerra de Coto.

Pero es cuestionante ver cómo han pasado gobiernos y altas autoridades de MEDUCA, donde no se observa en los libros de historia de Panamá, cuáles fueron las razones del conflicto regional entre Panamá y Costa Rica.

Evidentemente, todo se enmarca en olvidar la historia, enfocarse en entretenimientos y proyectarle a la juventud otras cosas que,  facilitan la ceguera intelectual histórica de nuestra nación, encaminada a ser personas más subdesarrolladas y desconocer su verdadera historia.

Culminada la separación de Panamá de Colombia, el Fallo Loubet le daba mayores ventajas a Panamá por su posición territorial, aunque existían litigaciones comerciales, ya que, los estadounidenses tenían intereses comerciales con las compañías bananeras y azucareras. Esto incrementó el rechazo de los panameños por el maltrato de los estadounidenses hacia los panameños en esas zonas comerciales, como continuación del sistema segregacionista que se daba en la zona del Canal de Panamá.

Nuestra historia revela que, el primer acto de provocación sobre el conflicto regional de Pueblo Nuevo de Coto se dio el 16 de diciembre de 1917, cuando un grupo de opositores del dictador costarricense Federico Tinoco llegaron a Coto, huyendo hacia a Panamá, territorio que se encontraba bajo el dominio territorial de la soberanía panameña donde existía una autoridad local, el corregidor.

Para el gobierno y el ejército costarricense, Coto mantenía comunicación con Panamá mediante una embarcación que llegaba cada 15 días procedente del puerto de Pedregal, cercana a la capital de la provincia de Chiriquí, David.

Una información publicada en diarios estadounidenses que circulaba en el istmo de Panamá, daba a conocer la reacción inmediata en San José, donde las fuerzas armadas mediante las autoridades estatales, proclamaron la movilización de soldados que restablecieran el orden y la calma en Coto.

Cuando la noticia fue publicada en la prensa costarricense, en 1920, la situación de Coto fue tomada con reproches. Panamá había violado el acuerdo White, donde consagraba el derecho soberano del mencionado territorio. Sin embargo, no faltó la rápida mediación del gobierno estadounidense, quien promulgaba el buen entendimiento diplomático como garante de la libertad y democracia en las Américas.

Sin embargo, Panamá no acató la decisión porque consideraba que dicho comunicado violaba los principios de la soberanía territorial de la República de Panamá y no aceptaba la injerencia de fuerzas militares costarricenses en la región de Coto y todo el territorio de Bocas del Toro y Chiriquí.

Inicio de la Guerra de Coto

En la tarde del 21 de febrero de 1921, las fuerzas armadas costarricenses, a través del río Coto, llegaron a Pueblo Nuevo, donde desembarcaron y se reunieron con el jefe policial panameño Manuel S. Pinzón, donde le exigieron que se entregara porque contaban con una fuerza que superaba los 150 soldados.

Ante la amenaza, el oficial panameño respondió que no se entregaría porque no tenía órdenes del gobierno panameño, sin embargo, no ofreció resistencia alguna y los costarricenses enarbolaron su bandera, manteniendo las tropas a bordo del buque; mientras que el jefe policial de Coto mandó un telegrama al jefe policial de la provincia de Chiriquí, quien respondió que concentraría a todos los policías de la provincia y seguiría las órdenes de la gobernación de Chiriquí y la República de Panamá.

El 22 de febrero de 1921 , el presidente de Panamá, doctor Belisario Porras, llamó a los secretarios de Relaciones Exteriores, Narciso A. Garay; de Hacienda y Tesoro, Eusebio A. Morales; de Instrucción Pública, Jeptha B. Duncan; de Fomento y Obras Públicas, Manuel Quintero Villareal y a Próspero Pinel como invitado especial, a una sesión extraordinaria en la Presidencia de la República, para decidir las medidas frente a una posible invasión costarricense a la ciudad de David.

Los diarios panameños y estadounidenses resaltaban en sus páginas, tanto en español como inglés, el llamado a defender la nación ante la invasión costarricense de Coto.

Una gran multitud se concentró en el heroico Parque de Santa Ana donde dirigentes como Harmodio Arias, Aurelio A. Dutary, Ricardo A. Morales, Luis Felipe Clement, Frank Morales, Antonio Alberto Valdés, Julio Poyló, Domingo H. Turner; en representación de la marcha pidió al presidente Porras una explicación de lo acaecido y defender la patria con valor y entrega total, donde el pueblo panameño defendería el territorio soberano de la República de Panamá de la ocupación costarricense.

El presidente Porras, junto con todos sus secretarios de Estado, declaró desde el balcón de su residencia que se sentía asombrado por la acción, a pesar que tres meses antes un delegado diplomático de Costa Rica se había reunido con él, en Panamá expresando sentimientos de amistad y fraternidad, y que, a pesar de la situación, se tomarían las medidas diplomáticas para evitar el conflicto. Sin embargo, la situación llevó a la decisión de que la nación se alistara para defenderse de las fuerzas agresoras costarricenses.

Una de las compañías alistadas en Chiriquí fue la Brigada del Cuerpo de Voluntarios Batallón Chiriquí, donde jóvenes quien sin ninguna preparación se alistaron desde Boquete para ir a combatir en la región de Coto.

En esa unidad de voluntarios estaba designado como primer soldado del regimiento, el joven con solo 19 años, José Miranda Rodríguez, quien llegó del distrito de Dolega a residir en Boquete, pero se enlistó en las filas del Glorioso Batallón Chiriquí, recordado por muy pocos y olvidados por la mayoría de muchos panameños.

Ante esta acción heroica y nacionalista de estos valientes boqueteños, el presidente Porras decidió enviar al general Quintero Villareal, a la provincia de Chiriquí, por su valiosa participación durante la guerra civil de 1899 entre liberales y conservadores.

Ofensiva panameña

Para finales de febrero de 1921, el general Quintero recibió el telegrama del presidente Porras aceptando una avanzada sobre el río Coto usando el vapor Veraguas para movilizar las tropas. Esta avanzada contaba con un regimiento de 200 hombres de caballería y 150 hombres de infantería, todos del Batallón Chiriquí. Ese día, el general Quintero recibió información de un desertor de las fuerzas armadas costarricenses, donde daba a conocer que un buque anclaría cerca del poblado de Coto.

Ante esta situación, el general Quintero recibió un telegrama que no debería confiar en desertores y continuara con la avanzada del regimiento, donde 126 hombres de caballería reconocerían el terreno sobre el río Lagarto, esperando la llegada del Vapor Veraguas por el río Coto.

El heróico Batallón Chiriquí estaba cerca del poblado de Coto, para darle la victoria final, en el campo de batalla a la República de Panamá, pero la guerra tomó un rumbo diferente,  cuándo el 4 de marzo de 1921, una nota enviada desde Washington por el presidente Warren G. Harding le daba a conocer al doctor Porras el cese de las hostilidades en la frontera con Costa Rica y el retiro del de las fuerzas armadas panameñas.

El doctor Porras protestó ante la amenaza de la carta, con un telegrama a Washington explicando la decisión injusta intervencionista de los Estados Unidos en los asuntos internos de Panamá, sin embargo, el llamado fue latente, dos navíos de la marina anclaron en la Bahía de Almirante y Charco Azul, el 5 de marzo , el USS Sacramento y el Acorazado USS Pennsylvania.

Pero no fue motivo para que estos valientes hombres fuesen llevado a la ciudad de Panamá y en un desfile militar fuesen aplaudidos por el público, quienes dieron cita en la heroica Plaza de Santa Ana por su acción en la Guerra de Coto, el 21 de febrero de 1921.

USS Pennsylvania 1921


Tristeza y olvido

Es triste ver cuando nuestros verdaderos heroicos patriotas de 1921, han sido olvidado por completo de la historia nacional por diferentes gobiernos que solamente han sido en prematuro vínculo de las luchas de intereses idealistas y políticos, donde no saben valorar a sus héroes.

Lo triste es ver como los costarricenses honran cada 21 de febrero a sus soldados, y le hacen un verdadero homenaje. La historia la hacen los valientes hombres y estos hombres dieron la vida por lo que hoy tenemos, una patria libre y soberana, seamos justos que ellos tuvieron un gran orgullo y coraje al defender nuestra identidad soberana. Amar a la patria no es solamente el mes de noviembre, sino, honrándolos para que las futuras generaciones conozcan que la lucha por la democracia y libertad costó momentos difíciles.

Monumento a los soldados costarricenses en el conflicto de la Guerra de Coto entre Panamá y Costa Rica el 21 de febrero de 1921.

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