La historia no olvidará a aquellos oficiales que trataron de hacer libre de la dictadura a Panamá.
Modesto Rangel Miranda modestorangel46@gmail.com
La historia constituye el verdadero cambio en nuestra nación, aunque, la lucha por la soberanía y la libertad constituyeron el verdadero momento en que los panameños anhelaban ser libres.
La mañana del 3 de octubre de 1989, en Panamá, significó ese cambio que marcaría los destinos de una nación cuyos puntos esenciales se unían con el de ser una ‘nación libre y soberana’, pero todo cambió cuando la confianza puesta en quienes consideraban ser sus amigos, nunca dieron esa mayor ayuda.
El mediodía del 3 de octubre de 1989 en Panamá, Noriega demostró más que confianza, astucia y control en sus unidades leales al mando, demostró su mayor dominio y control, actitud que lo llevó a continuar en el mando de las Fuerzas de Defensas.
La historia no olvidará a esos oficiales, quienes lucharon por un sueño, liberar a Panamá de un dictador. Hoy, la historia los recuerda, pero los panameños no debemos olvidar estos hechos porque enaltecen nuestra nacionalidad y soberanía a lo largo de territorio nacional.