Hoy, el desafío es grande a causa de la pandemia, pero sigue siendo el orgullo de los panameños.
Modesto Rangel Miranda modestorangel46@gmail.com
La historia nos consagra como una gran nación, bendecida y luchadora por sus constante esfuerzos en tener una verdadera ruta al servicio del mundo, legado heredado e impulsado por Vasco Núñez de Balboa, quien el 25 de septiembre de 1513, daría inicio a uno de los grandes proyectos que transformaría la humanidad con verdaderos sacrificios como desde sus orígenes con la construcción del ferrocarril en 1849 y la inauguración del Canal de Panamá el 15 de agosto de 1914, cuando, siendo las 4 de la tarde, el vapor Ancón inauguraba el Canal de Panamá, siendo una verdadera fuente de inspiración para los panameños quienes a lo largo de la historia darían sus vidas y un precio de sangre, para lograr su propia independencia, el 31 de diciembre de 1999, al ser revertido a la República de Panamá.
Hoy, el desafío es grande, su consolidación, su ampliación en el 2006 y, ante una verdadera pandemia, cuyos resultados han sido no agradables para al mundo, el Canal de Panamá sigue demostrando que no hay nada que detenga su funcionamiento en beneficio de los panameños, al servicio comercial y marítimo del mundo. Como panameños debemos sentirnos orgullosos de esta gran obra de ingeniería, demostrando al mundo que, podemos salir adelante ante cualquier adversidad.