Hoy vivimos libertad y democracia, pero la historia no puede ser olvidada.
Por: Modesto Rangel Miranda/Periodista
modestorangel46@gmail.com
La verdadera historia no podemos olvidarla, nuestra nación desde 1903 ha enraizado verdaderamente, cambios en el sentido nacionalista.
Los hechos del 11 de octubre de 1968 marcaron el rumbo de la historia, cuando la plena democracia se vio afectada por un movimiento golpista, que trascendió desde las raíces históricas dentro de las desaparecidas Fuerzas de Defensa, causando un cambio político, social y económico en la sociedad panameña.
El 11 de octubre de 1968 significó la plena intelectualidad militarista, donde proyectaron una visión contraria de Panamá al mundo entero.
A raíz de estos cambios en horas de la noche del viernes 11 de Octubre de 1968, los mandos de la Guardia Nacional proyectaban el verdadero nacimiento de lo que sería el fuerte poderío hegemónico, pero en diciembre de 1969, ocurre el Día de la Lealtad.
La verdad de la historia no se cambia, los primeros años de la dictadura se centró en lograr el poderío dentro de la Presidencia de la República causando fuerte divisionismo dentro del ámbito político panameño.
El gobierno militar, desde Omar Torrijos hasta Manuel Antonio Noriega, va a ser responsable de cientos de persecuciones, represiones, torturas, desapariciones, violaciones carnales, exilios, arrestos, cierre de medios de comunicación, pobreza, fraudes electorales y del desglose descuidado de los dineros del Estado.
En fin, a la fecha, todavía estamos sufriendo a nivel político social, cultural y económico las secuelas del retroceso que vivió el país en 21 años de Dictadura Militar con el mal denominado “Proceso Revolucionario”.
Un ejemplo de ese retroceso, entre muchos, es la elevada deuda externa que aún nuestros nietos y bisnietos tendrán que pagar gracias a la mala administración de gobiernos que después de la invasión, plasmaron una fachada de mejores oportunidades para Panamá, pero lo cierto fue lo contrario.
La historia no puede ser olvidada, quienes vivieron la época del nacimiento de la dictadura militar hasta su desaparición el 20 de diciembre de 1989, llevaran en sus corazones esos recuerdos donde valía la pena luchar por la libertad. Muchos de nuestros hijos no vivieron el 20 de diciembre de 1989, lo cierto es que la historia es una sola, el pueblo panameño vive en libertad, pero no deseamos volver a ver una dictadura, si bien es cierto podemos cuestionar nuestros pensamientos, aunque no olvidaremos los 21 años de dictadura militar.
Ahora vivimos en democracia y libertad, no hay que ocultar la verdad ante nuestros hijos, porque la historia no muestra errores, sino, la verdadera evidencia plasmadas en sus heroicas laureadas páginas.