Opinión

Ataque a Pearl Harbor, 78º aniversario de un holocausto mundial

Hoy es una fecha que repercutió mucho en la historia de la humanidad.


Modesto Rangel Miranda
modestorangel46@gmail.com

El ataque a Pearl Harbor fue ejecutado por la Armada Imperial Japonesa, la mañana del 7 de diciembre de 1941. El ataque sorpresa a Pearl Harbor, en la isla de Oahu en Hawái, fue dirigido contra la Flota del Pacífico de la Armada de los Estados Unidos y las fuerzas aéreas que defendían dicha zona.

Cómo podemos resaltar las acciones positivas del mundo si, en ocasiones, la humanidad ha tenido que librar duros momentos para evidenciar un anhelo de paz sabiendo que los cambios que se han dado, a través de los siglos, representan un alto precio como lo ha sido la propia vida humana.

Los antecedentes que motivaron la Segunda Guerra Mundial jamás podrán olvidarse, como los actos más crueles donde una gran cantidad de personas murieron en los combates cerca de poblaciones, lugares céntricos y en especial, los genocidios de Núremberg, efectuados en los campamentos nazis desde 1939-1945 no se podrán olvidar.

Conocer las verdaderas causas que llevaron al ataque del 7 de diciembre de 1941 en la base militar de la marina estadounidense de Pearl Harbor permiten navegar en las páginas de la historia norteamericana y mundial, enfocada en la política exterior, desde 1820 hasta la actualidad.

Pero, es igualmente interesante, en términos del conocimiento histórico, analizarlo desde una perspectiva revisionista, en búsqueda del significado y de lo que representa la totalidad del episodio, en relación con los valores y el espíritu que, supuestamente identificaban la sociedad norteamericana de 1941 y la de 1820.

Antecedentes

La rivalidad del imperio de Sol Naciente (Japón), comenzó en 1868 desafiando a las potencias europeas con la restauración de la dinastía Meiji. En ese período, comenzó la transición hacia el Japón moderno, con una industrialización plenamente nacionalista.

Posteriormente, se lograba la creación del ejército y de las fuerzas armadas. Esto contribuyó a un verdadero avance durante la Primera Guerra Mundial, con un desarrollo industrial altamente tecnológico, pero la postguerra lo enfrentó manteniendo un verdadero reacondicionamiento frente a la competencia europea y las barreras norteamericanas, que obedecían a la política de «alto al Japón».

La crisis de 1929. Al restringir y dificultar los mercados, ahondó el problema de este país con una base geográfica tan pequeña. La solución se presentó en el avance de un movimiento militarista en Asia.

En 1937, el militarismo japonés se impuso, eliminando la participación de los partidos políticos en el gabinete, desapareciendo el control parlamentario. Pero, uno de sus problemas fundamentales era la dependencia de abastecimiento externo de petróleo.

Para los Estados Unidos, el avance del Japón afectaba el balance de poder económico y político en el Lejano Oriente, siendo considerado como el usufructo de la política de «puerta abierta», al comercio en la China.

Durante más de un año, con anterioridad a Pearl Harbor, el gobierno norteamericano ejerció medidas de presión económica para desanimar al Japón. Esto ocasionó un verdadero embargo de envíos de metal para la industria nipona como consecuencia del pacto que Japón había firmado con Alemania e Italia.

Se incluía también la interrupción del comercio, el petróleo, producto de la invasión japonesa a Indochina. En noviembre de 1941, la inteligencia estadounidense sabía que Japón no se rendiría y atacaría. En ese momento, el 25% de la industria norteamericana estaba destinada a la producción armamentista.

En la mañana del 7 de diciembre de 1941, los estamentos de seguridad estadounidenses habían concordado una acuerdo de paz con el delegado japonés en Washington dos días antes, sin embargo, la estrategia militar del almirante Yamamoto, no tardó en dar el golpe más duro a la columna vertebral del Pacífico, establecida en la base naval de Pearl Harbor, en Hawái, donde los japoneses destruyeron casi toda la flota naval del Pacífico.

Al día siguiente, el Senado votó por unanimidad la declaración de guerra, no solamente a Japón sino al bloque considerado como la amenaza más grande a la humanidad, El Eje Central conformado por Japón, Alemania e Italia.

Cabe señalar que, durante este acontecimiento, uno de los puntos de mayor interés de la flota japonesa era llegar a las instalaciones del Canal de Panamá, sin embargo, ante el escaso combustible en sus aviones, tuvieron que desplegarse hacia Japón , momento que fue aprovechado por algunos aviones que salieron del USS Enterprise, porta-avión que se encontraba lejos de Hawái y que sirvió de refuerzo aéreo ante el ataque del 7 de diciembre de 1941.

Estos 78 años de conmemoración del 7 de diciembre dieron un verdadero significado donde la humanidad quedó espantada y horrorizada por los constantes ataques en las diversas islas del Pacífico Sur,  aunque, no se pueden olvidar los estragos sufridos en los campos alemanes como Núremberg.

Pero qué se puede decir de estos 78 años

La humanidad ha aprendido desde aquel 7 de diciembre de 1941, la visión conquistadora de los Estados Unidos se ha mantenido inspirada en la famosa doctrina del Destino Manifiesto de 1820, donde su mayor dilema era conquistar las tierras hacia el oeste y mas allá de las fronteras.

Tuvo mucha repercusión. Similar a esto fueron los ataques del 11 de septiembre donde se demuestra el verdadero sistema fallido de un equipo de inteligencia militar que puso a disposición sus soldados, sin mantener el grado de conocimiento que podría evitar este ataque.

Estos dos eventos tienen un gran significado, a mayor deseo de intervenir en los asuntos internos de otros países sus repercusiones son más serias. Aunque ya no estén en Panamá, las instalaciones canaleras siempre intereses donde los mayores afectados pueden ser los panameños.

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