Por: Iván Saldaña
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Ha pasado una semana desde que el Ministerio de Educación debió gestionar con el Servicio Nacional Aeronaval el traslado de los educadores de las zonas 6, 7 y 8 en la Comarca Ngäbe Buglé, como lo había establecido acuerdos de fin de huelga del año 2017 y re-afirmados durante el 2018.
La odisea que viven, ha pasado por problemas de salud, el aborto de una maestra que tenía tres meses de embarazo, hasta el punto de quedar sin alimentos y llegar a cocinar para comer hierbas de esas áreas montañosas, porque hasta la fecha ninguna autoridad ha sido capaz de gestionar la movilización de estos seres humanos.
Deivis Navarro, dirigente de difícil acceso dijo que «los compañeros del área de Ñökribo están comiendo este tipo de alimentos, porque las pocas tiendas que habían ya se están quedando sin comida».
«Deben estar comiendo hierba porque llevan dos días que no tienen que comer, ya no aguantan, y la única manera de subsistir es a través de las hierbas que da la naturaleza», denunció Navarro.
Los problemas de salud también son parte de este calvario por la falta de medicamentos accesibles para controlar problemas como la hipertensión, infecciones y alergias adquiridas durante estas estadías prolongadas , además del consumo de productos que no necesariamente son alimenticios.
No se descartan medidas de presiónpor parte de los gremios docentes, para que finalmente el MEDUCA haga valer los acuerdos anteriormente firmados.