El nosocomio presenta actualmente, problemas con el oxígeno. Esperan el refrendo de una adenda por la Contraloría, antes que se acabe en 15 días, poniendo en riesgo la salud de los niños.
Iván Saldaña contacto@frecuenciainformativa.com
Hay preocupación en el Hospital Materno Infantil José Domingo de Obaldía, tras conocer la reducción del 35% del presupuesto solicitado para el 2023.
El doctor Johny Parra Montes, director médico general de este nosocomio manifestó que, están profundamente preocupados, porque, la asignación que le han dado al hospital, solo alcanzaría para funcionar los tres primeros meses.
«Es un hospital de alta complejidad que amerita un presupuesto cónsono con el servicio que ofrece a la población pediátrica y gineco-obstétrica, donde no se refieren personas a la capital, prácticamente, dando atención a casi toda la región occidental del país», destacó el doctor Parra Montes.
Este año ha sido la institución de salud que más recorte se le ha aplicado, por lo que, la dirección médica consciente de esto, solicita un presupuesto más cónsono con el funcionamiento básico que alcance para todo el año.
Se solicitaron $83 millones, de acuerdo a los estudios realizados hace un año, contemplando el crecimiento en recurso humano, tecnología, mantenimiento del hospital, sin embargo, se anunció $53.3 millones.
Esta situación pone en riesgo la salud de los niños y mujeres embarazadas, por eso, el director médico hizo un llamado al presidente de la República, al Ministerio de Economía y Finanzas, al Ministerio de Salud, a la Asamblea Nacional, para que analicen el tema del presupuesto del hospital materno infantil J.D.D.O.
Vamos a tener que referir pacientes a otras instalaciones de salud del país, lo que aumentaría el riesgo de mortalidad de muchos niños y aumentará los costos para el Estado con los traslados y que tampoco hay capacidad de respuesta para esto, aseguró el galeno.
Otra preocupación es la falta de oxígeno que no ha alcanzado, ha pesar de haber hecho los estudios, ha aumentado las patologías en los niños, por lo que, el consumo es altísimo y se ha necesitado una adenda de suministro con la empresa, pero llevan tres meses en espera de un refrendo de la Contraloría General de la República. Queda oxígeno, solo para quince días, lo que no alcanza ni para el traslado de los niños a otros hospitales.
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