“Violador en búsqueda de confianza y compensación”, característica de abusadores que, por su posición social tratan de esconder el delito, aseguró la psicóloga Lourdes Serrano.
Iván Saldaña contacto@frecuenciainformativa.com
El aumento de casos de violaciones a menores de edad, es un delito que preocupa a la ciudadanía, sobre todo, por tratarse de personas dentro o muy cercanas a la familia y comunidad.
La psicóloga Lourdes Serrano caracterizó a estos abusadores como, “violadores en búsqueda de confianza y comprensación. Es esa persona que suele ser líder después de que comete un acto inmoral que va contra la vida e integridad de un ser humano, busca el favor entre la gente, es decir que, me vuelvo empático, doy entrevista a medios de comunicación, trato de evadir mi responsabilidad».
La especialista hizo énfasis que, «nuestra sociedad está llena de seres humanos que se proyectan a través de sus palabras. Este tipo de personas, a través de palabras como; hay que cuidar a los niños, lo padres tienen que estar pendientes, pero de alguna manera hay un mensaje subliminal en todo esto».
Refiriendo la situación acaecida a la pequeña Lina Fabiola Rojas, en el distrito de Alanje, destaca que, «esta noticia no solo pondera en la necesidad de que todos tengamos malicia, si no, que nuestras autoridades, padres, docentes tienen que establecer la necesidad de ese «ojo clínico de entender a la gente y ver la necesidad de cuidar a los niños y de darnos cuenta que estamos ante eminentes casos de psicopatía».
Serrano manifiesta que, esto ocurre con gente que de frente sonríe y aparenta ser buena, con acciones sociales a la comunidad, pero que desconocemos su comportamiento sexual y emocional, todos aquellos brotes que pudieran desencadenar hechos como los vistos en los últimos meses.
Hizo un llamado a la familia, para que trabaje desde casa, dejando el mito de que la sexualidad la tienen que dejar para el colegio, porque, los niños no pueden dejar de lado el tema de la confianza con los mayores.
Todos los padres deben hablarle a sus hijos de la necesidad de establecer un límite con las personas, sin importar que sean familiares o conocidos, para no seguir inmersos en casos de femicidio o abusos sexuales.
Concluyó, enviando un mensaje a la ciudadanía, para que apoyen a los niños que han sido compañeros de quienes son abusados o asesinados, para que esta dura experiencia, en lugar que les provoque miedo, los ayude a comprender la realidad y convertir estas desgracias en una gracia oportuna, para ayudar a otras personas a que no sean víctimas de los abusos.
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