MEDUCA no ha garantizado una educación accesible en las zonas rurales, ante la falta energía eléctrica, señal de internet y llegada a tiempo de los cuadernillos, a casi un mes del inicio del año escolar.
Iván Saldaña contacto@frecuenciainformativa.com
La desigualdad en la educación pública panameña es notable, cuando en las áreas rurales los estudiantes tienen que ingeniárselas para poder recibir clases en la nueva modalidad virtual, durante la pandemia del COVID-19.
En redes sociales ha circulado una foto que evidencia dicha desigualdad educativa. Sara Montezuma, estudiante de segundo año, del Colegio Secundario de Macano en el distrito de Boquerón; tiene que subir un árbol con su computadora, arriesgando su vida para tener acceso a la señal de internet y recibir sus clases.
Montezuma, oriunda de la comunidad de Cabuya, corregimiento de Bágala, recibe conocimientos a través de la plataforma Educaline, exponiendo su vida y el daño de su equipo, ante una eventual caída; todo, por querer cumplir con su educación.
Las voces de protesta manifiestan que, el Ministerio de Educación, desde antes del inicio del año escolar en la nueva modalidad, debió prever y facilitar las condiciones de educabilidad, para evitar, precisamente, la falta de internet o equipos tecnológicos.