Las escuelas de Bajo Grande y Alto los Pineda, viven una situación parecida desde hace 20 años, sin que haya una autoridad que se preocupe.
Por: Iván Saldaña
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Estudiar en algunas comunidades agrícolas en algunas de Cerro Punta, distrito de Tierras Altas; se ha convertido desde hace veinte años algo imposible, con esscuelas como depósitos de cosechas o simples monumentos a la desidia.
La escuela de Bajo Grande y Alto Los Pineda, son un vivo ejemplo, relató a Frecuencia Informativa, Bélgica Batista, del Grupo Eco Vida, que lleva tres años viviendo en el área, las injusticias con los niños, en su mayoría ngäbes; llevados por sus padres a trabajar en la agricultura.
«Esta escuela ha estado cerrada por más de 20 años y no es por falta de estudiantes ya que la comunidad sabe que hay población estudiantil , pero son indígenas y no se muestra el interés para reabrirla y los niños que no están asistiendo al año escolar están trabajando en el campo», denunció Batista.
«Según las leyes de Panamá, se establece que ningún niño menor de 14 años debe trabajar», enfatizó la denunciante, que aseguró, ya ha manifestado a las autoridades locales y el Ministerio de Educación, está situación, que es injusta para los niños que merecen un mejor futuro.
La activista espera que las autoridades, finalmente, miren hacia estas comunidades olvidadas y se permita a más de cuarenta y cinco niños indígenas, una oportunidad de educarse, mientras sus padres laboran en los alrededores de estos centros educativos.
Las escuelas son reconocidas, porque el Tribunal Electoral, durante las últimas elecciones las usaron como centro de votación, por tanto, no puede decirse que han sido eliminadas del sistema por el MEDUCA, concluyó Batista.