En América Latina países como Panamá, Argentina, Colombia, Uruguay, Chile y Perú cuentan con leyes o decretos que regulan el teletrabajo.
Autora: Charyma
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La pandemia de Covid-19, declarada por la Organización Mundial de la Salud, el pasado 11 de marzo de 2020, ha puesto a trabajar a distancia a un número sin precedentes de personas en el mundo.
Gracias a los avances tecnológicos de los últimos años, como el internet, que sin duda ha generado grandes cambios y creaciones mundiales, este se ha convertido en la principal herramienta para hacer más fácil el traslado del trabajo cotidiano, de la oficina a la casa.
El internet que es ahora nuestro mejor aliado, nos permite tener acceso a información sobre cualquier tema y estar en contacto con el mundo entero, sobre todo con los jefes y compañeros que día a día nos proponemos sacar adelante las tareas de las empresas o entidades a las que pertenecemos, porque si bien es cierto trabajamos cómodos desde nuestros hogares, pero estamos sujetos a directrices de los superiores.
El teletrabajo en una solución apremiante que combina dos cosas: la continuidad productiva de una empresa u organismo, pero también el aislamiento recomendado por las autoridades de salud.
Esta pandemia ha hecho que los trabajadores hagan mejor uso de los recursos tecnológicos como Skype, Zoom y las redes sociales (Twitter, YouTube, Instagram, Facebook), por mencionar algunas, los equipos de celulares para comunicarnos y computadoras para realizar nuestras labores diarias.
Esta figura laboral se ha venido desarrollando ampliamente en Europa y en Estados Unidos desde finales de las décadas de los 80 y comienzo de los 90. En este último el estado de California fue el pionero en ese país, ya que en 1988 se inaugura el programa piloto de teletrabajo con la participación de seis agencias de gobierno.
En América Latina países como Panamá, Argentina, Colombia, Uruguay, Chile y Perú cuentan con leyes o decretos que regulan el teletrabajo y que ha hecho que el efecto de la cuarentena por el Covid -19 mantenga el ritmo de trabajo en muchas empresas e instituciones gubernamentales, afectando en mínimo el desarrollo de sus actividades.
En Panamá existe la Ley 76 de 18 febrero de 2020, que establece y regula el teletrabajo como modalidad de relación de trabajo. Con esta nueva Ley una persona puede organizar o realizar trabajos de manera parcial o completa en lugares distintos al establecimiento de empleador, incluyendo su propio domicilio, ejecutando labores por medio de la tecnología.
Esta Ley surge en el momento más oportuno, porque luego de declarado el Estado de Emergencia Nacional por el COVID-19, el pasado 13 de marzo de 2020, las autoridades viendo que se agudizaba la crisis y donde cada día, los contagiados aumentaban tomaron medidas, para evitar la propagación del virus.
Es entonces que el 17 de marzo de 2020, la ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral, Doris Zapata, anuncia normativas que tienen que seguir tanto empresas como trabajadores y que tienen que ver con la aplicación de la Ley 76 de teletrabajo.
La normativa recién aprobada rige tanto en empresas privadas como en el Gobierno, como una estrategia para que los colaboradores se mantengan trabajando desde casa, contribuyendo con ello a prevenir los contagios del coronavirus.
Aunque nos tocó poner en ejecución esta Ley en su totalidad en un período de cuarentena decretado por la propagación del Covid-19, hemos aprendido adaptarnos poco a poco a las nuevas tecnologías de información y comunicación, el país a pesar de las medidas de salud ha seguido adelante y esta Ley se ha convertido en un instrumento eficaz, para que las empresas sean más competitivas y productivas.
Estamos seguros que cuando el virus haya desaparecido y muchos volvamos a nuestros puestos de trabajo seremos personas más innovadoras, donde no sólo nos queda la experiencia del teletrabajo, sino adaptarnos en tiempos de crisis.