El problema es que la población no acata las medidas de salud y hace lo que quiere.
Modesto Rangel Miranda
modestorangel46@gmail.com
Podemos marcar el rumbo de una nación, cuando en ella se proyecta cambios aceptables dentro de sus esquemas como la estabilidad política, social, el crecimiento interno, producto bruto, la educación, el nivel de desempleo, la falta de vivienda, el grado de analfabetismo o cualquier grado sectorial de una población que influye verdaderamente dentro del esquema económico enfocado en promover mejoras a favor de sus habitantes, pero cuando la nación es atacada por un virus mortal como el coronavirus, esto contribuye establecer ciertas pautas donde las autoridades deben promover campañas antes, durante y después de los estragos que, ello puede ocasionar como lo es, el verdadero aniquilamiento económico de la nación como sucede en Panamá en estos momentos.
Pero podemos hacer ciertos parámetros que involucren la responsabilidad hacia el sector gubernamental, la respuesta es NO, si bien es cierto, cuando se hacen campañas de salud, se orienta a la población sobre los cuidados que deben tener. El problema radica en, una sola realidad; los panameños no acatan las medidas de salubridad, prefieren los carnavales que demuestran su mayor locura estimulada.
Mucho antes de los carnavales 2020, se había determinado ya la existencia de este virus en el Lejano Oriente, países del Medio Oriente y Europa. Algunos habían tomado medidas de prevención, las autoridades panameñas mantenían una conversación con representantes del organismo garante de la salud mundial; la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud, donde determinaron diversas medidas de salud para la República de Panamá, sin embargo, se puede determinar el verdadero desinterés de una población que no escatima las consecuencias a mayores escalas, que puede originar esta situación.
Los diversos mensajes de los estamentos de seguridad, son de mayor provecho para que, la población acate dichas disposiciones, pero cuál es el grado de aceptación y aporte en sus ciudadanos que repercute la toma de medidas ante esta situación. Lo cierto es que, pareciera que los panameños y algunos empresarios determinan más el verdadero valor económico que en la misma salud personal de cada ciudadano sea panameño o, extranjero residente.
El panorama no es el mejor, las causas y consecuencias han sido desalentadoras para la economía mundial, la caída de las tres bolsas más importante de la economía mundial como la de Tokio, Nueva York y Londres, da a conocer que, lo que se puede esperar es un verdadero desabastecimiento económico mundial, dónde muchos sectores e incluso programas de mayores aporte a cada región del globo como la ayuda de alimentación a países del tercer mundo, la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pueden ser los más afectados con los resultados negativos de esta pandemia mundial.
Es importante que, como parte de este bello planeta, los panameños sean consciente de la realidad que se vive, mantengan un nivel de cultura y actitud positiva en coordinar dichas acciones para preservar la salud en todo el territorio nacional.