La primera Casa de Estudios Superiores del país, cumple un aniversario más, hoy, 7 de octubre del 2019.
Por: Modesto Rangel Miranda/Periodista
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Nuestra historia ha constituido el verdadero baluarte en la transformación de muchas generaciones incrementando ese verdadero deseo de proyectar una amplia imagen, con la finalidad de transformar la sociedad panameña. La Universidad de Panamá a lo largo de la historia, ha sido el verdadero templo de generaciones de jóvenes que han cultivado la verdadera esencia en la solidez de una nación libre, soberana, independiente y democrática.
La Universidad de Panamá fue creada mediante Decreto Presidencial de Harmodio Arias Madrid, del 29 de mayo de 1935, siendo inaugurada el 7 de octubre de ese mismo año, iniciando clases con una matrícula de 175 estudiantes en las carreras de Educación, Comercio, Ciencias Naturales, Farmacia, Pre-Ingeniería y Derecho. Empezó a funcionar en los pabellones del Instituto Nacional.
Bajo la administración del presidente Enrique A. Jiménez, el gobierno compró alrededor de 60 hectáreas en el barrio El Cangrejo, siendo destinada para la construcción de un campus universitario y la Escuela de Artes y Oficios, Melchor Lasso De La Vega.
Posteriormente, la nueva sede de la Universidad sería donde se encuentra ubicada hoy en la Transístmica. La primera piedra sería colocada el 2 de octubre de 1947 y el 9 de octubre el presidente Enrique A. Jiménez y el primer rector de la Universidad de Panamá, Octavio Méndez Pereira, decidieron trasladar el monumento a Miguel de Cervantes Saavedra de la Plaza de Cervantes, luego Plaza Porras, al nuevo Campus, a un costado de lo que sería el edificio de Biblioteca y Administración.
Con motivo del Cincuentenario de la República, el rector Octavio Méndez Pereira, inauguraba el nuevo campus universitario el 1 de noviembre de 1953.
Este 7 de octubre del 2019, la Universidad de Panamá conmemora 84 años de verdadera formación de hombres y mujeres, panameños que han proyectado cambios positivos en todos los ámbitos, manteniendo ese esquema de transformar la nación dentro de un precepto completamente nacionalista, con la finalidad de contribuir al desarrollo de sus instituciones en garantía de un mejor cambio positivo para Panamá.
El conocimiento impartido en sus aulas es reconocido como la variable definitoria de las sociedades modernas. La generación, transferencia, difusión y aplicación de este conocimiento, parece guardar relación directa con el desarrollo humano, la productividad económica y la soberanía de nuestra nación. Su mayor inversión ha sido el progreso, las ciencias, las artes, tecnología y cultura; siendo las mayores ventajas competitivas frente a los retos de un mundo completamente globalizado y carente de valores humanos. El mejor desafío es proyectar una educación superior en beneficio de Panamá.